I Congreso de Educación Positiva
Resulta complejo resumir en una entrada todo lo interesante visto, oído y aprendido en este congreso. He hecho uno, dos y hasta tres esfuerzos para lograrlo, y poder dejar así constancia de 20 horas intensas de seminarios, talleres y conferencias. ¡Here we go! :)
La educación positiva, lleva a la corriente de la psicología positiva, al entorno del aula. Definición sencilla, ¿verdad? Probablemente sea el lugar donde más cabida y sentido tiene, porque las aulas son puro caldo de cultivo del pensamiento, y ¡mejor que este sea positivo!
Pero, ¿qué es exactamente la psicología positiva? La psicología positiva, promulga la investigación científica en aspectos psicológicos relacionados con el bienestar humano, como las fortalezas personales, la felicidad, el optimismo, el proyecto vital... en contraposición (o complementariedad) con el estudio más tradicional, de aspectos relacionados con la reparación de aspectos negativos de la vida, como traumas, enfermedades mentales, trastornos, estrés, ansiedad...
Yo misma, que estudié psicología clínica, cuando terminé la carrera, me producía bastante bajona dedicarme a pasar consulta y estar rodeada de sufrimiento y tristeza ajena (llámame egoísta...) por lo que di un giro a mi camino y estudié psicopedagogía, centrando toda mi atención en la educación, terreno fértil y lleno de matices de crecimiento y esperanza.
Es curioso cómo algunas personas en el contexto académico, tachan los temas de la psicología positiva de poco serios o valiosos, siendo conscientes de que la mayoría de las personas valoran en primer lugar el indicador de “satisfacción ante la vida”, como representante mayor de su bienestar, por encima de la salud, el empleo, los ingresos económicos, la vivienda y un largo etcétera. (Extraído de estudios europeos).
Quizá este rechazo se deba a la herencia recibida de la propia psicología, en la que se ve como más “profesional” dedicarse a lo más chungo del ser humano, o de nuestra propia tradición judeocristiana, en la que nos inculcaron que aquí se ha venido a sufrir y a ganarse el paraíso después de la muerte. Pues lo siento mucho, pero hoy más que nunca veo de manera clara que el mundo necesita infusionarse de bienestar, de bondad, de belleza y de justicia, de valores definitorios del ser humano, de libertad y de felicidad.
Vayamos a la educación. Sus objetivos fundamentales son: la transmisión de contenidos académicos y el desarrollo personal, social y de bienestar. Pues ya lo tenemos, ¡encaje perfecto!
Así, temazos, tan interesantes como:
- Educar en la compasión.
- Modelo del perdón.
- Consciencia plena (mindfulness), entrenamiento de estar presente.
- Sentido vital, ¿cuál es mi proyecto? ¿Qué huella quiero dejar? Mi propósito en la vida.
- Optimismo racional: bondad, belleza, justicia.
- Enseñar a ser feliz.
- Educación emocional.
- Desarrollo de las fortalezas.
- Valor de la comunidad. Sentido de pertenencia social.
- Enseñanza a través del humor, juego, creatividad.
....fueron tratados en el congreso a través de sesiones prácticas, sembrando las semillas de futuros frutos que en un día como hoy, 1 de octubre, se perciben más que ausentes y por tanto, urgentemente necesarios, en nuestra sociedad y en nuestras aulas.